En primer lugar es importante señalar que los niños sin antecedentes de riesgo durante el embarazo, sin dificultades en el parto y que no han sufrido enfermedades que podrían afectar la audición (como meningitis bacteriana, TEC, etc.) probablemente muestren un desarrollo normal.
De todas maneras, los padres pueden observar conductas que muestran este adecuado desarrollo:
- durante el 1er mes de vida, el bebé tiene predilección por la voz de su madre, la que tiene una función reguladora sobre su conducta (puede calmarlo, por ejemplo). También responden por medio de conductas reflejas frente a ruidos fuertes (se sobresaltan y luego lloran, cierran bruscamente los ojos). Estos reflejos son evaluados por los pediatras en los controles.
- al 3er mes se pueden observar otras conductas reflejas frente a ruidos fuertes. Por ejemplo, mueve los ojos y comienza a mover la cabeza buscando la fuente sonora.
- desde el 4to mes escucha ruidos de 60 decibeles y la función auditiva está en pleno desarrollo.
- entre el 5to y 8vo mes ya logran buscar lateralmente la fuente de ruido de menor intensidad (50 decibeles). También reacciona frente a su nombre.
- entre los 9 y 12 meses reconoce melodías, sonidos familiares y busca el estímulo sonoro hacia abajo de 30 decibeles.
Conductas Auditivas en menores de 1 año
¿Qué es el Autismo?
El autismo es una patología grave que afecta principalmente las habilidades comunicativas, sociales y conductuales. Se enmarca dentro de los Trastornos Generalizados del Desarrollo y acompaña a la persona durante toda su vida.
Sus síntomas aparecen generalmente antes de los 3 años y resulta fundamental el diagnóstico temprano para mejorar su pronóstico de rehabilitación.
El autismo es 3-4 veces más frecuente en hombres que en mujeres. En Chile se estima que 4-5 personas entre 10.000 padecen de esta patología.
Causas
La etiología del autismo no está bien definido, pero actualmente se ha comprobado que las causas genéticas son más frecuentes de lo que se creía.
Antiguamente se consideraba que el autismo se producía por problemas en el establecimiento del vínculo temprano entre madre e hijo, por lo tanto dependía de factores sólo emocionales o psicológicos.
Actualmente los estudios neuroanatómicos han demostrado anormalidades anatómicas en el cerebelo y sistema límbico que podrían provocar los síntomas clínicos del autismo, lo que demostraría una base orgánica.
Algunos síntomas en la interacción social:
falta de contacto visual con el otro
pobre uso de expresiones faciales y gestos para regular una interacción
falta de reciprocidad social o emocional
Algunos síntomas en la comunicación:
retraso o ausencia del lenguaje oral
no hay intención de tener modos alternativos de comunicación
en las personas que hablan, hay serias dificultades para mantener e iniciar la comunicación con otros
el uso del lenguaje es repetitivo y estereotipado
hay falta de juego simbólico o juego social imitativo
Algunos síntomas en la conducta
adherencia a rutinas o rituales específicos, no funcionales (ej: mantener puertas cerradas) que, de no cumplirse, provocan desestabilización y generan crisis de angustia, agresión y autoagresión
presentan movimientos motores estereotipados y repetitivos (ej: aletear, mecerse)
El Lenguaje en el niño Autista
Éste siempre está alterado y presenta características muy particulares. Un tercio de los niños no logran aprender lenguaje verbal, quienes pueden aprender algunos gestos, pero siempre referidos a satisfacciones personales y no como medio de comunicación. Los niños que no usaron un lenguaje verbal antes de los 5 años difícilmente lo adquirirá en forma posterior.
Los niños autistas que logran usar el lenguaje oral, generalmente presentan:
ecolalia inmediata: que es repetir compulsivamente palabras que emiten los demás
ecolalia diferida: que es repetir frases que escucharon previamente, por ejemplo, en la televisión, radio, etc.
jerga: es un lenguaje ininteligible
disprosodia: alteración en la entonación, que resulta en un lenguaje poco afectivo o artificial
hiperverbalismo: son niños que hablan todo el tiempo, con dificultades en la comprensión de mensajes
escaso uso de la primera persona: generalmente hablan de ellos usando su propio nombre, por ejemplo: “Matías quiere agua” en vez de “quiero agua”
problemas de comprensión: manifiestan debilidades para comprender preguntas ¿por qué?, ¿cómo?, ¿cuándo?. Usan las palabras en sentido literal, por lo que no logran comprender dobles sentidos, chistes.
Las capacidades cognitivas de los niños autistas también presentan un desarrollo irregular; algunos tienen altas capacidades en áreas específicas (matemáticas, música, dibujo), pero su rendimiento en otras áreas resultan bastante bajas.
El pronóstico de un niño autista se basa principalmente en dos indicadores: nivel de lenguaje y nivel de capacidades cognitivas. Sin embargo, el ambiente en el que se desarrolla y el apoyo de los padres y familia son fundamentales en la inserción social, educacional y, posteriormente, laboral.
¿Qué hago si mi hijo(a) respira por la boca?
El lenguaje en los primeros años
A lo largo de mi experiencia profesional con niños, me he encontrado principalmente con tres tipos de padres:
- Aquellos que logran identificar problemas de lenguaje de sus hijos y buscan la ayuda que necesitan
- Aquellos que están angustiados porque sienten que su hijo no habla bien, aunque en realidad solamente les cuesta articular el sonido “rr”, por ejemplo, y ni siquiera cumple 4 años
- Aquellos que no aceptan o subestiman los problemas de lenguaje de sus hijos y se justifican diciendo que sólo es mimado, que aún es chico o que ellos también fueron así cuando pequeños.
- A la edad de 1 año, el niño debiera decir sus primeras palabras, con las cuales señala las personas y objetos más cercanos: papá, mamá, tata, tete, tato, ato.
- Entre los 18 meses a los 2 años el niño comienza a emitir frases de dos palabras, combinando así el nuevo vocabulario que va aprendiendo: dame ato, tete mio, no tele, mano sucia.
- A los 3 años podemos ver a un niño que se comunica en forma adecuada por medio de oraciones simples y que su vocabulario ha aumentado considerablemente. Aún puede mantener ciertas dificultades para secuenciar sonidos, provocando errores en sus palabras como: decir /ato/ por /auto/, /paya/ por /playa/. Sin embargo, su expresión ya es bastante más clara.
- A los 4 años, logra expresarse por medio de oraciones más largas, uniéndolas por la conjunción “y”, además de usar los nexos “porque” y “para”. Ha aprendido a secuenciar mejor los sonidos de una palabra.
- A los 5 años el lenguaje está bastante organizado, su expresión es completamente entendible, articula todos los sonidos, pero se respeta que aún no pueda decir el fonema “rr”, para ello le podemos dar un plazo hasta los 6 años.